viernes, 19 de abril de 2019

LOS PELIGROS Y CARACTERISTICAS DEL AMIANTO



Los peligros y características del amianto

El amianto, prohibido en España desde 2002, sigue presente en restos de construcciones, aislantes o piezas mecánicas. Existe muchísimo desconocimiento sobre este material que nos rodea en nuestro día a día. Estas son sus características y los principales peligros asociados.

 El amianto, o asbesto, es el nombre que reciben un grupo de minerales metamórficos fibrosos compuestos por silicatos (de magnesio, cobre o hierro). Su características principal es la presencia de fibras largas y perdurables, lo que lo convierte en un material suficientemente flexible como para poder ser trabajado con comodidad y lo bastante resistente para soportar altas temperaturas.

Estas cualidades convirtieron al amianto en un material estrella en el campo de la construcción, la fabricación de tuberías, tubos de extracción de humo y depósitos de agua, entre otros usos, durante la segunda mitad del siglo XX. Pero no era oro todo lo que relucía. Tras los análisis científicos pertinentes, en 1977 la OMS lo catalogó como producto cancerígeno, dentro de la categoría del 'grupo 1', el correspondiente a los procesos industriales y productos químicos sobre los que se ha demostrado su naturaleza cancerígena.

En 1979 el Parlamento Europeo también lo consideró una sustancia cancerígena, y dictaminó que debía prohibirse en todos los países de la entonces Comunidad Económica Europea de manera paulatina. En España – donde la fabricación de amianto para usos industriales la desarrolló la empresa Uralita, marca con la que en ocasiones se denomina comúnmente este material– dejó de ser utilizado en 2002; aunque seguía presente en todo tipo de construcciones realizadas con anterioridad: desde insonorizaciones de cines, teatros y auditorios hasta los techos de fábricas, cobertizos, y canalizaciones de numerosos edificios. "Es una vergüenza que, a pesar de que sabe que es un producto cancerígeno, hasta dos terceras partes de la humanidad esté todavía sometida al amianto –asevera el doctor Josep Tarrés, neumólogo especialista en patologías derivadas del amianto–.

 A pesar de que es ilegal en 50 países, es alarmante saber que todavía se comercializa en 150, especialmente en naciones en vías de desarrollo", Precisamente ese uso indiscriminado de amianto durante decenios hizo plantear una solución concreta frente un material nocivo para la población. El año pasado el Parlamento Europeo fijó 2028 como fecha límite para eliminar completamente los remanentes de amianto presente en cualquier tipo de infraestructura.

El peligro: la inhalación de amianto El contacto directo con estructuras de amianto no supone por sí mismo un riesgo para la salud, pero la inhalación de fibras presentes en el aire (por ejemplo, a causa del derribo de una estructura donde se usó amianto) o el contacto prolongado con esta sustancia sí puede ser motivo de preocupación. Por ejemplo es el caso de la elevada incidencia de casos de cáncer y fibrosis entre empleados de las fábricas productoras de amianto y entre los manipuladores de estructuras hechas de este material. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, "todos los tipos de amianto causan cáncer de pulmón, mesotelioma, cáncer de laringe y de ovario, y asbestosis (fibrosis de los pulmones)". Largo período de latencia

En su día no se tenía constancia de ello, pero ahora se sabe que el asbesto es muy perjudicial a largo plazo. Esta sustancia puede provocar enfermedades graves, como el cáncer de pulmón o el mesotelioma pleural, una dolencia 100% vinculada a la inhalación de amianto que afecta a la pleura y el peritoneo (una membrana que reviste el interior de la cavidad abdominal y que recubre el intestino y otros órganos del abdomen), cuyos síntomas pueden aparecer pasados 40 años después de la exposición.

 "Es el más agresivo de todos, una vez se desarrolla ya no se puede parar. Los afectados cuentan con un promedio de supervivencia de unos 11 meses", asegura el doctor Tarrés, quien cuenta con el mayor registro de España de esta enfermedad, con unos 220 casos estudiados. Asimismo, la inhalación de amianto puede originar cáncer de pulmón (entre un 8 y un 12% de los casos, según Tarrés, además de fibrosis, ya sea pleural (en forma de placas pleurales) o pulmonar , una afección denominada asbestosis que, como sucede con la mesotelioma, presenta síntomas que se agravan con el paso de los años, aunque cuenta con un período de latencia menor.

En el caso del metro de Barcelona, la empresa pública TMB ha admitido la presencia de crisólito (una variante del amianto) en las pinturas bituminosas contra el ruido que revisten las cajas metálicas de tres series de trenes (3000, 4000 y 2000), así como la existencia de componentes mecánicos y electrónicos, como arandelas aislantes en un conjunto de resistencias y unas juntas en los bajos del tren de las que no se puede asegurar plenamente que estén libres de amianto.

De ahí que los trabajadores hayan solicitado soluciones concretas para la retirada definitiva del amianto de instalaciones y trenes. Preguntamos a Tarrés si hay motivos por los que preocuparse. "Más que alarma, yo hablaría de alerta social –responde el doctor–. Si se ha demostrado que el amianto es cancerígeno y sabemos que podemos evitarlo, ¿por qué no lo hacemos? Sabemos cómo solucionar el problema, sólo nos falta voluntad y recursos", asevera el médico especialista, quien afirma que, en la actualidad "hay muchas estructuras y materiales que contienen amianto que se están deteriorando, provocando que se liberen sus fibras al aire que respiramos todos.

Es aquí donde debemos intervenir". "Si solo existiese amianto en el metro de Barcelona o de Madrid sí que seria aconsejable utilizarlo lo menos posible, pero la realidad es que en una ciudad hay amianto por todas partes. Sin dejar de exigir que solucione este foco de contaminación –apostilla– la crisis del metro nos debe servir para tomar conciencia social de la necesidad de desamiantar el territorio, como se ha hecho y se esta haciendo en otros países".

Sergi Alcalde
National Geographic, España





jueves, 18 de abril de 2019

FALLECE OTRO OPERARIO DE METRO QUE TRABAJO EXPUESTO AL AMIANTO



Fallece otro operario de Metro que trabajó expuesto al amianto

Un ex trabajador de Metro de Madrid de 64 años, que fue compañero de los dos empleados fallecidos con enfermedad profesional reconocida por amianto, ha muerto a causa de un cáncer de pulmón.

El fallecido estaba a la espera de recibir de que la Seguridad Social se pronunciara sobre si había relación con exposición a este material, según han informado fuentes sindicales. Se trata de un trabajador de 64 años que se vio afectado por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acometió la empresa en 2014 y que alcanzó a casi 600 trabajadores de la compañía.

 El secretario general de la sección sindical de CCOO Madrid en el suburbano, Juan Carlos de la Cruz, ha detallado que el fallecido fue uno de los que estaba en una lista que Metro remitió a la Seguridad Social para que se encargara de las pruebas médicas sobre posible exposición al amianto, dado que ya no trabajaba en la empresa. Según ha explicado, estaba a la espera de que la Seguridad Social emitiera un informe sobre si su cáncer tenía relación con exposición a asbesto o si por el contrario, se debía a otra causa como pueda ser el haber sido fumador.

 De la Cruz ha indicado que se han presentado dos denuncias por vía judicial para que se determine que otros dos ex empleados se vieron afectados por partículas en suspensión de amianto, algo que la Seguridad Social descartó en primera instancia. Por su parte, el diputado autonómico y candidato de Más Madrid a la Asamblea, Alberto Oliver, ha lamentado este fallecimiento y que "aunque es pronto para determinar con seguridad que el amianto haya sido la causa, todo apunta en es dirección".

 Además, ha indicado en redes sociales que Metro de Madrid está envuelta en juicios, en referencia a la demanda presentada por la familia de uno de los empleados fallecidos a causa del amianto para reclamar 400.000 euros de indemnización. "En vez de acompañar a las familias que se han dejado literalmente la vida en el suburbano, se les lleva a tribunales. Es imperativo tener un Gobierno a la altura humana de sus trabajadores", ha concluido.



martes, 2 de abril de 2019

LOS TRABAJADORES DE METRO SE MANIFIESTAN PREOCUPADOS POR LA CRISIS DEL AMIANTO



Los trabajadores de Metro se manifiestan “preocupados” por la crisis del amianto

Los trabajadores de Metro están “preocupados, enfadados y desilusionados” por el modo en el que la empresa pública ha gestionado la crisis del amianto. Por eso ayer convocaron paros de cuatro horas por turno y se manifestaron en la plaza de los Cubos. Ahí, en el juzgado de lo Social, arrancaba el juicio contra Metro, denunciado por la familia de uno de los trabajadores del suburbano que falleció a causa de la asbestosis, enfermedad laboral asociada a la exposición al amianto.

Hoy es un día muy importante porque hablamos del caso de otro compañero fallecido”, clamaba Juan Carlos de la Cruz, secretario de Comisiones Obreras en Metro. “Queremos que se haga justicia porque lo único que hemos recibido por parte de la empresa —y de los políticos— son trabas”, incidía De la Cruz ante más de un centenar de personas.

Metro, empresa pública gestionada por la Comunidad de Madrid, sabe al menos desde 1991 que en su red hay amianto, un material tóxico y mortífero (manipularlo sin la protección adecuada puede provocar la aparición de enfermedades como asbestosis, mesotelioma o cáncer de pulmón). En 1984 se aprobó el reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto, que ya recogía los riesgos relacionados con el material. A pesar de ello, Metro se lo ocultó a los trabajadores hasta 2017, un año después de que se diagnosticara asbestosis al primer afectado de la empresa pública.

Actualmente, a cuatro de ellos se les ha reconocido la asbestosis; dos ya han fallecido. Julián fue el primer trabajador con la enfermedad reconocida por la Seguridad Social. Falleció el pasado octubre por un cáncer de pulmón desarrollado por la exposición a este material.

La Seguridad Social y la Inspección de Trabajo reconocieron la enfermedad laboral y obligaron a Metro a realizar un recargo de prestaciones. Es decir, a abonar entre un 30% y un 50% extra sobre la indemnización ya reconocida al trabajador en casos de incumplientos de las medidas de seguridad en el trabajo que puedan poner en riesgo la salud de los trabajadores. “Metro ha recurrido el recargo de prestaciones que ya se le reconoció al afectado”, remarcan desde CC OO. La empresa pública ha contratado al bufete Sagardoy, que asesoró al Gobierno del PP en la reforma laboral de 2012 y que diseñó el ERE de Cola-Cola. “Después de su terrible gestión del asunto, Metro no quiere reconocer la indemnización; la están retrasando”, añaden desde el sindicato.

La mayor parte de los trabajadores ve mala fe en la actitud de la empresa pública y en las reacciones políticas desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que lleva en manos del Partido Popular desde 1995. “Doy por finalizada [la crisis del amianto]“, dijo el viernes Rosalía Gonzalo, consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras del gobierno regional. "Hemos actuado y vamos muy por delante al plan de trabajo previsto", añadió la consejera en referencia al plan de desamiantado de Metro, con una dotación de 140 millones de euros.

Los trabajadores no están de acuerdo. Por eso —y por otros problemas graves que tiene la compañía —, los trabajadores pidieron en la concentración la dimisión de Borja Carabante, actual consejero delegado de la compañía, así como su encarcelamiento. También reclamaron responsabilidades políticas al PP de Madrid. “Actualmente, hay una multa a Metro por no velar por la salud de los trabajadores; y otra, por reconocer tarde la enfermedad laboral. Además, hay cuatro actas de infracción de la Inspección de Trabajo contra la compañía que están en un cajón de la dirección de empleo de la Comunidad”, remarca el representante de los trabajadores De la Cruz.

Esas actas son importantes para los trabajadores porque, como marca la ley, la compañía debería haber elaborado un listado de trabajadores que han estado expuestos al material. La Comunidad estima que son unos 800, pero los sindicatos creen que son más. Por otro lado —y además de exponer a sus trabajadores al tóxico material— en 2011, Metro vendió 36 trenes al suburbano de Buenos Aires: “Todos contenían amianto” y Metro lo sabía, según las conclusiones de la comisión de investigación sobre el amianto de la Asamblea de Madrid, que ha estado más de un año investigando el asunto.

Los trabajadores esperan que el contundente dictamen de la comisión se eleva a la Fiscalía para que sirva de base para que se emprendan más acciones legales. “Queremos que los responsables, los que nos han tenido en esta situación, paguen por ello”, resalta De la Cruz. Y apostilla: “Ahora vienen elecciones. Esperamos que se vayan los que están y que se nos reconozca a los trabajadores que hemos estado expuestos a graves afecciones para nuestra salud”.