martes, 17 de julio de 2018

EL AMIANTO EN LA MARINA DE GUERRA ESPAÑOLA


El amianto en la marina de guerra española

Ricardo Torregrosa Marín

Rebelión

 

En la década de los 70, España estaba a la cabeza del mundo en construcción naval.

Fueron decenas de miles los trabajadores empleados en Astilleros. Los más grandes se situaban estratégicamente en Ferrol, Cádiz y Cartagena; los dos primeros, eran de construcción civil y militar, y el de Cartagena, casi exclusivamente militar.

En Cartagena, como industrias contaminantes de amianto, hay que sumar el importante sector petroquímico. 

 Años de exposición: una magnitud equivocada

Entré a trabajar en el astillero de la empresa Bazán, como electricista, en el año 1970, con 18 años.

En la década de los 70, la carga de trabajo en Cartagena, era enorme. Corbetas para Portugal, Marruecos, y Egipto, remodelación de la 21 escuadrilla, submarinos del tipo Daphne Series 60 y 70, corbetas del tipo Descubierta, reparaciones de la 31 escuadrilla, y de submarinos cedidos por EEUU.

La mayoría de trabajadores hacían jornadas de 12 horas diarias, de lunes a viernes, y los sábados, 4 horas. Se hacían al menos 2 noches al mes.

Entrabas a las 7 de la mañana, un lunes, y salías el martes a las 7 de la tarde; esto hacían 36 horas seguidas respirando amianto.

En ese mismo año, a La Manga (Murcia) llegaban los viernes por la noche, vuelos chárter desde Inglaterra, y regresaban el domingo por la tarde. La jornada de estos trabajadores británicos era de 40 horas semanales; esto se conocía como la “semana inglesa”. Una aspiración, que tardaríamos años en alcanzar.

Así que cuando los expertos hablan de una de las variables para el desarrollo de las patologías por asbesto, como son los “años de exposición”, tendrían que tener en cuenta que en el sector naval, “un año de exposición” de un español, equivaldría, en “horas respirando amianto”, a dos años de un británico.

Realmente no se “trabajaban” las 12 horas diarias, ni toda la noche completa, era de trabajo “efectivo”, pero durante todas esas horas, de día y de noche, despiertos o durmiendo, estaban continuamente respirando amianto, porque no salían del barco.

Era una forma de alineación y de dominación, muy estudiada por el franquismo. Fútbol, toros, y horas extra. 

Amianto nuevo y amianto viejo, doble contaminación

En los años 70, Reino Unido, Francia, etc., ya tenían su propia industria naval; nosotros la combinábamos con los barcos cedidos por los EEUU.

Trabajar en la construcción de un buque nuevo, supone trabajar con amianto nuevo, menos friable.

En cambio, en la modernización de la 21 escuadrilla, destructores clase Lepanto, y otros, construidos en plena Segunda Guerra Mundial, obligaba a trabajar con amianto viejo, de más de 30 años, requemado, que era arrancado de cualquier manera, con sierras, cuchillos, y picoletas, que se desmenuzaba y disgregaba, hasta parecer que estaba nevando.

Las maquinas, y las calderas, convertidas en un infierno de amianto, eran ratoneras de muerte. Ese polvo pasaba a herramientas y a cualquier pieza que lleváramos a los talleres.

La ropa de trabajo, llena de polvo de amianto, la sacudíamos en los vestuarios, contaminando todo el local. También hemos llevado la muerte a nuestras casas. Este amianto ya instalado en buques de EEUU, no consta como amianto importado, pero cada buque llevaba entre 15 y 25 toneladas de amianto, tipo amosita. Hemos respirado el amianto viejo, y luego el nuevo. El doble en exposición y el doble en fibras de amianto. 

¿Ha fumado? ¿Dónde hizo la mili?

Durante décadas, miles de jóvenes han hecho "la mili" en barcos repletos de amianto; el peligro aumentaba, cuando, en esa época de "mili", ha coincidido con reparaciones o grandes carenas.

Ellos estaban con nosotros, respirando el mismo aire mortal. Eran principalmente catalanes y valencianos. Cuando, en estas regiones, vean a un hombre de más de 60 años, con mesotelioma, o con cáncer pulmonar, al que no se le conozca trabajo de exposición, o que nunca ha fumado, y no encuentren explicación a su etiología, pregunten donde hizo "la mili". 

No solo amianto, pulmones atacados por múltiples agentes, en los astilleros

En construcción naval, no solamente hemos estado expuestos al amianto, sino que también a otros cancerígenos: Humos de soldadura de hierro, de aluminio, oxicorte, galvanizados, niquelados, vapores de pintura, colas y pegamentos, tetracloruro, tricloroetileno, ácidos nítrico, sulfúrico, amoniaco, saf sol (limpiador y desengrasante), etc.

La continua agresión a los pulmones, de estos carcinógenos, es una de las causas, de más canceres pulmonares, en astilleros, que en fibrocemento.

Por ejemplo, en Cerdanyola, con exposición exclusiva al amianto, la ratio es 1 meso /1ca, mientras que en astilleros es de 1meso/4-7 cánceres pulmonares. Como hay aproximadamente los mismos fumadores en fibrocemento, que en astilleros, esto demuestra la mayor sinergia de gases tóxicos, desencadenantes de canceres pulmonares en esta última actividad laboral.

Cartagena supera, en muertes de hombres por mesoteliomas, a Cádiz y a Ferrol, y en mujeres, supera a la suma de ambas.

Esto nunca ha preocupado al equipo de neumología, que no encuentran relación de los mesoteliomas femeninos con el amianto. Ningún caso ha llegado a los Tribunales.

La empresa jamás nos dio equipos de protección, ni nos avisó del peligro.

Cartagena tiene hoy día el mayor número de muertes por mesoteliomas de España, con relación a su población.

Curiosamente, somos donde menos muertes por amianto se reconocen judicialmente.

Los culpables de esta situación, viven en Cartagena, como gente honorable. Espero que algún día, más pronto que tarde, se llegue a desentrañar la conspiración de silencio de nuestra torturada ciudad. Nadie comprenderá cómo se ha llegado a soportar tanta infamia.

Ricardo Torregrosa Marín es presidente de APENA


 

martes, 10 de julio de 2018

PRIMER CASO DE CANCER POR EXPOSIOCION AL AMIANTO DE UN MAQUINISTA DEL METRO DE MADRID



Primer caso de cáncer por exposición al amianto de un maquinista de Metro de Madrid

Un antiguo maquinista de Metro de Madrid, ya jubilado, diagnosticado de cáncer (asbestosis) por exposición a amianto durante su etapa en el suburbano. El sindicato de Maquinistas ha informado de este caso. Es el quinto trabajador del suburbano afectado por esta enfermedad, pero el primero que no es técnico de mantenimiento.

Dicho sindicato informa que el exempleado ya ha dado positivo a finales de mayo en el diagnóstico del mesotelioma pleural maligno, un tumor canceroso poco común que afecta, principalmente, al revestimiento del pulmón y de la cavidad torácica (pleura) debido a la exposición al asbestos (amianto). El informe procede de un facultativo del Hospital Gregorio Marañón.

El afectado fue trabajador del suburbano durante más de 35 años y jubilado ya desde el 2008. La organización ha contactado con la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social para informar de este caso.

El sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid, al que perteneció la persona afectada, advierte a Metro de Madrid que tomará medidas y pedirá a la Seguridad Social que se reconozca la asbestosis del maquinista afectado como enfermedad profesional, una patología por la que ya está recibiendo tratamiento.

La organización insiste, en declaraciones a Europa Press, en que, aunque Metro de Madrid ha empezado ahora a tomar algunas medidas para el desamiantado, "estas vienen con al menos 15 años de retraso, ya que desde el año 2003 conocían la presencia de amianto en las instalaciones y trenes".

Además, expone que estas iniciativas se han desplegado tras requerimientos de Inspección de Trabajo después de conocerse el primer caso de un trabajador con enfermedad profesional reconocida por exposición a este mineral, potencialmente cancerígeno.

El sindicato de Maquinistas cree que los casos de trabajadores con enfermedad relacionado con el amianto irán en aumento en próximos años y que ahora solo se ve "la punta del iceberg" sobre este problema.

Por ello, exige vigilancia de la salud "específica" para la prevención del amianto para "todos los trabajadores del suburbano madrileño y para quienes ya están jubilados y se expusieron al amianto en su puesto de trabajo".

Finalmente, el colectivo de Maquinistas reclama a Metro el reconocimiento de la categoría profesional como 'Maquinistas de Tracción Eléctrica' y que la Seguridad Social reconozca patologías como la asbestosis como enfermedad profesional.

Hasta la fecha, con este caso, hay un total de cinco trabajadores,  uno de ellos ya fallecido, que han pasado por el suburbano afectados por amianto y existen otros dos casos más catalogados como sospechosos.

Este maquinista ya jubilado trabajó en "bastantes" líneas del suburbano durante su actividad profesional, según señalan a Europa Press fuentes del sindicato.

Metro insiste en la seguridad en las instalaciones

Por su parte, fuentes del suburbano han explicado a Europa Press que se ha recibido una comunicación desde la unidad técnica de salud laboral que informa de un "posible caso" de asbestosis, pero no se aportan datos concretos del empleado.

En consecuencia, Metro ha solicitado información específica para conocer qué persona es y qué puestos ocupó durante su etapa en la compañía para poder "actuar en consecuencia".

Por otro lado, desde el suburbano detallan que se han realizado mediciones ambientales sobre partículas en suspensión de amianto en los vehículos y "todas han dado negativa". Por tanto, recalcan que la seguridad ahora en las instalaciones "está garantizada" tanto para los trabajadores como los usuarios.

A su vez, la compañía está impulsando un plan de desamiantado valorado en 140 millones de euros a desplegar hasta el año 2025 y que se informa de todas las medidas que se adoptan a los sindicatos. En el marco de este plan, se estima que los trenes estén libres de materiales con amianto antes de que finalice el año 2019.

La compañía también ofrece a los trabajadores un TAC gratuito y voluntario para descartar cualquier afección relacionada con el amianto. Esta prueba médica va "más allá" de lo que establece la normativa de Riesgos Laborales para estos casos, que indica la práctica de espectometrías y radiografías.

viernes, 6 de julio de 2018

DEMANDA CONTRA EL AMIANTO DESDE ALTSASU



Demanda contra el amianto desde Altsasu

altsasu- “Joseba es la primera persona en Navarra, y probablemente también en España e incluso en Europa, que ha conseguido una indemnización de fondos estadounidenses de empresas relacionadas con el amianto”, asegura Mª Asun Fernández, presidenta de Ananar (Asociación Navarra de Amianto Nuevo Amanecer Respirando), constituida en 2016 para acompañar a otras víctimas del amianto y recabar fondos para la investigación de las enfermedades derivadas por este mineral, primera causa de mortalidad en el trabajo.

Y es que un bufete de abogados de Houston (Texas) se puso en contacto con esta asociación para gestionar reclamaciones ante estos fondos creados por empresas relacionadas con la fabricación y exportación del amianto. “Cuando Mª Asun me propuso realizar la demanda dije que para adelante mientras no tuviera que pagar”, recuerda Joseba Azpiroz, afectado de mesotelioma pleural, cáncer de pleura producido por la exposición al amianto. Si bien este bufete cobra entre el 33% y el 40% de la indemnización, en su caso ha sido el 25%. “No sé por qué. Solo sé que el otro día me ingresaron el dinero”, señala Joseba Azpiroz, contento. La cantidad prefiere no decirla. “Lo importante es haber conseguido la primera indemnización, no cuánto”, apunta Mª Asun Fernández.

Aunque la demanda se interpuso hace año y medio ante una treintena de fondos, después de mucho papeleo y de videoconferencias, ha prosperado en dos. Asimismo, esta asociación tiene interpuestas otras dos demandas, aún sin resolver.

 Hace 4 meses decidimos cambiar la compañía con la que tenemos asegurado nuestro coche porque estábamos cansados de pagar 480 € al año con Mapfre. Cada vez que veíamos en el buzón la carta de Mapfre nos poníamos de mal humor, pero esto dejó de ser un problema cuando descubrimos la nueva compañía a través de la cual hemos asegurado nuestro coche. Os contamos cómo hemos conseguido pagar un 60% menos

Por desgracia, Joseba Azpiroz era el candidato ideal, ya que puede demostrar con informes médicos que padece mesotelioma, a lo que hay que añadir que no ha sido fumador. Asimismo, debió presentar su vida laboral, con 30 años trabajados en Sunsundegui, una de las empresas a las que firmas norteamericanas suministraron este mineral fibroso durante décadas, sobre todo para carrozar vagones.

“Había amianto en todos los sitios, en los laterales, en el techo, debajo de los asientos. Trabajábamos a pelo. A veces nos daban unos guantes que eran muy zakarros (bastos) y no se podía hacer nada”, recuerda. Su contacto con el asbesto, otro nombre con el que también es conocido el amianto, fue de 1965 a 1975. “Después me fui de Sunsundegui para formar una cooperativa, pero salió mal”. Volvió en 1993 y en esta empresa estuvo hasta 2012, cuando se jubiló.

Poco después le diagnosticaron cáncer de pleura. “Está ahí pero parece que no va a más”, confiesa. Lo cierto es que esta enfermedad, que suele tener un diagnóstico de meses, en su caso lleva cuatro años, con sesiones de quimioterapia y también terapias naturales. “Me encuentro bien”, asegura este luchador que no pierde la sonrisa. “Soy de naturaleza optimista, pero te da rabia que ha habido mucha gente, como empresarios, la Administración, médicos de empresa y técnicos, entre otros, que han mirado para otro lado”.

INFORMES MÉDICOS “Es fundamental contar con informes médicos en los que se vincule la enfermedad con el amianto. Y a menudo, es difícil”, lamenta Mª Asun Fernández. Al tiempo, destaca que recientemente se han ampliado los requisitos y se exige que los trabajadores hayan utilizado mascarillas de la marca 3M. “Se trata de un fondo compensatorio que pusieron las empresas que producían amianto”, explica. Con apenas extracción del mineral, durante el siglo pasado se importaron más de dos millones y medio de toneladas, con los niveles máximos de consumo en los años sesenta y setenta. Se prohibió en 2002. No obstante, ya en los años 40 había evidencias científicas de que el amianto podría ser perjudicial para la salud. Se trata de una fibra de origen mineral que ha sido usada en un amplia variedad de productos, incluyendo a los aislamientos de las viviendas y oficinas, dada su resistencia térmica y propiedades ignífugas.

Joseba Azpiroz anima a otras víctimas del amianto a interponer demandas para acceder a una compensación desde Estados Unidos por el daño causado. “No tienen nada que perder”, apunta.

INVESTIGACIÓN La presidenta de Ananar señala que esta asociación contribuye en la investigación que realizará el CIMA de la Universidad de Navarra con unos 20.000 medicamentos. “Además de investigar en el tratamiento de enfermedades relacionadas con el amianto, se están descubriendo efectos secundarios de algunos que sirven para tratar otras enfermedades”. Asimismo, Ananar ha iniciado una campaña de recogida de firmas mediante papel y la plataforma change.org en la que solicitan presentar un proyecto de ley en el Congreso para que se pueda aprobar un fondo para la investigación del cáncer de pleura producido por amianto.